miércoles, 23 de septiembre de 2015

Las dos estaciones del año de la consulta de pediatría: "fiebremocostos" y verano




Hoy oficialmente acaba el verano y comienza la otra estación de la consulta de pediatría. Con los virus, todos los años, (ya sé que me pongo pesado: aquí, aquí,...), vuelven las fiebres, catarros, tos, etc...


Primera pregunta: ¿cuándo duran los resfriados, otitis, dolores de garganta...? Para resumir: mucho. Los datos de la tabla están sacados de una revisión sistemática de mayo de 2014 y de la guía británica por excelencia, la guia NICE. Como se puede ver un resfriado común dura de media unos ¡10-15 días!, la tos sin otra patología puede estar en un niño unos !25 días!, etc...


Estas infecciones respiratorias  suponen hasta un 50% de las consultas en la temporada otoño/invierno/primavera, la mayoría son de origen viral (es decir, no sirve para nada dar antibióticos), son de naturaleza leve y se pasan solas. Además, no es raro que cuando se termine con un virus venga otro y así se van enlazando en el tiempo... ¡Paciencia!


Segunda pregunta: ¿cuándo preocuparse?. En resumen, cuando ocurre una de las siguientes situaciones:



La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha elaborado una guía para vosotros y para colgarla en las guarderías (sobre todo la tabla de tiempo de exclusión de guarderías/colegios) para el manejo práctico de estos y otros problemas frecuentes.


Y la tercera pergunta: ¿y no le pones nada? Pues en general no. Soy un pediatra minimalista en tratamientos. Salvo cariño, mimos y paciencia que se los ponéis vosotros y miel para la tos antes de dormir (en los mayores de un año y para la que no hace falta acudir a la farmacia) poco se puede hacer.

Tampoco soy partidario de los placebos y aquí incluyo lo de dar "más agua" (en forma de agua de grifo u homeopatías varias), ni los lavados nasales sistemáticos y agresivos, ni de antitusígenos ni mucolíticos... y en cuanto a analgésicos los menos posibles y cuando sean necesarios. Recordad lo de que "no por mucho apiretal amanece el nene sano". Que un niño pequeño que comienza la guardería esté el otoño, el invierno y parte de la primavera con mocos y tos es algo normal y no hay que sobretratarlo.



Como dice un artículo muy interesante que leí hace poco: "Lo más seguro, lo más natural y más eficaz que se puede hacer para la tos aguda en un niño es tranquilizar a los padres, informar de que esto también pasará y tratar al niño con la preparación más antigua de nuestro arsenal: "tintura de tiempo."



miércoles, 9 de septiembre de 2015

Vuelta al cole en Castilla-La Mancha

de "Los secretos del cole"
Eric Veille (Ed. Blackie Books)



Hoy ha comenzado el curso escolar. Un curso que empieza en Castilla-La Mancha con esperanza, a diferencia de lo ocurrido los cuatro cursos anteriores de recortes continuados.

Sólo algunos ejemplos: 404 docentes más en la región que el curso anterior, asignación de presupuesto para becas de comedores escolares por primera vez en los últimos años (5.700.000 euros), reducción del máximo de alumnos permitido por aula (de 30 a 25 en primaria, de 36 a 30 en secundaria y de 42 a 36 en bachillerato), reapertura de escuelas rurales cerradas en los últimos años (20 reabiertas en toda la región, 12 en Cuenca, una de ellas aparece hoy en El País)...

Porque sí que es importante la ratio de alumnos/maestro, el número de niños por clase, que coman bien o no,... tanto para su educación, salud y, sobre todo para su futuro (ver datos de Unicef, Save the Children, Cáritas,...). Hay que repetirlo y denunciarlo porque aún hay políticos a los que no les parece relevante.


Lo anterior, a nivel institucional, es muy importante pero hay cosas que dependen de nosotros para mejorar la convivencia escolar. Estamos a comienzo de curso, es buen momento para recordarlo.

Lo siguiente es para concienciar sobre el bullying, el acoso escolar contra el que debemos trabajar todos (es una modificación de un cartel de una escuela de México que vi en redes sociales). 

Que sea un buen curso para todos.




lunes, 7 de septiembre de 2015

Poesía, números y edad



"Con los hijos sientes que hay una infinidad de días; es como un océano de tiempo en el que van creciendo. Para ellos es aún más inabarcable, y un día de verano puede ser como dos meses para mí"
Karl Ove Knausgard


"Hemos experimentado la cuarta parte del total de nuestras vidas antes de los 2 años de edad" 

Esta frase, la leí recientemente en un libro muy recomendable, "La poesía de los números" de Daniel Tammet (Ed. Blackie Books)

La explicación del autor es la siguiente:

"Nuestra percepción del tiempo es proporcional a nuestra edad. Para un niño de diez años, un año equivale a una décima parte de su existencia, mientras que para un hombre de cincuenta, ese mismo año equivale solo a una cincuenteava parte de ella (un 2%). Así, para el mayor de los dos el año parecerá transcurrir cinco veces más deprisa que para el niño, y para el niño, el año durará cinco veces más que para el adulto.

Lo importante, según este argumento, es la relación que existe entre una secuencia de años y otra. El intervalo que trascurre entre los 32 y los 64 años de edad le parecerá al individuo de una duración similar a la experimentada entre los 16 y los 32, y entre los 8 y los 16, y entre los 4 y 8, por cuanto mantienen siempre la misma proporción. Por ese mismo motivo, todos los años vividos entre los 64 y los 128 (suponiendo que fuese posible llegar a edad tan avanzada) no ocuparían más sensaciones, pensamientos, dolores, temores, alegrías y sorpresas que el Big Bang experimentado entre nuestro 2º y nuestro 4º año de vida.

Más recientemente, el estadounidense T. L. Freeman ha propuesto una fórmula que determina la "edad efectiva" de un individuo. Los cálculos de Freeman sugieren que hemos experimentado una cuarta parte del total de nuestras vidas antes de los 2 años, y más de 3/4 partes al cumplir los 30. Llegada al punto intermedio aproximado de su vida, una persona de 40 años percibirá el resto de sus días como 1/6 parte de lo que ha conocido previamente. A los 60, le parecerá que el futuro dura 1/16 parte de lo que duró su pasado."


Me parece una buena explicación a algo sobre lo que todos hemos pensado alguna vez. 

Que la cuarta parte del total de la vida que experimentan nuestros hijos (sus primeros años) dependa, en buena medida, de nosotros también hace pensar. ¿Qué os parece?


Con más poesía y menos números ya lo decía también Miguel Hernández:
Flor de un día es lo más grande
al pie de lo más pequeño.
Flor de la luz el relámpago,
y flor del instante el tiempo

de Cancionero y romancero de ausencias