lunes, 7 de septiembre de 2015

Poesía, números y edad



"Con los hijos sientes que hay una infinidad de días; es como un océano de tiempo en el que van creciendo. Para ellos es aún más inabarcable, y un día de verano puede ser como dos meses para mí"
Karl Ove Knausgard


"Hemos experimentado la cuarta parte del total de nuestras vidas antes de los 2 años de edad" 

Esta frase, la leí recientemente en un libro muy recomendable, "La poesía de los números" de Daniel Tammet (Ed. Blackie Books)

La explicación del autor es la siguiente:

"Nuestra percepción del tiempo es proporcional a nuestra edad. Para un niño de diez años, un año equivale a una décima parte de su existencia, mientras que para un hombre de cincuenta, ese mismo año equivale solo a una cincuenteava parte de ella (un 2%). Así, para el mayor de los dos el año parecerá transcurrir cinco veces más deprisa que para el niño, y para el niño, el año durará cinco veces más que para el adulto.

Lo importante, según este argumento, es la relación que existe entre una secuencia de años y otra. El intervalo que trascurre entre los 32 y los 64 años de edad le parecerá al individuo de una duración similar a la experimentada entre los 16 y los 32, y entre los 8 y los 16, y entre los 4 y 8, por cuanto mantienen siempre la misma proporción. Por ese mismo motivo, todos los años vividos entre los 64 y los 128 (suponiendo que fuese posible llegar a edad tan avanzada) no ocuparían más sensaciones, pensamientos, dolores, temores, alegrías y sorpresas que el Big Bang experimentado entre nuestro 2º y nuestro 4º año de vida.

Más recientemente, el estadounidense T. L. Freeman ha propuesto una fórmula que determina la "edad efectiva" de un individuo. Los cálculos de Freeman sugieren que hemos experimentado una cuarta parte del total de nuestras vidas antes de los 2 años, y más de 3/4 partes al cumplir los 30. Llegada al punto intermedio aproximado de su vida, una persona de 40 años percibirá el resto de sus días como 1/6 parte de lo que ha conocido previamente. A los 60, le parecerá que el futuro dura 1/16 parte de lo que duró su pasado."


Me parece una buena explicación a algo sobre lo que todos hemos pensado alguna vez. 

Que la cuarta parte del total de la vida que experimentan nuestros hijos (sus primeros años) dependa, en buena medida, de nosotros también hace pensar. ¿Qué os parece?


Con más poesía y menos números ya lo decía también Miguel Hernández:
Flor de un día es lo más grande
al pie de lo más pequeño.
Flor de la luz el relámpago,
y flor del instante el tiempo

de Cancionero y romancero de ausencias



1 comentario:

Ana dijo...

Un artículo muy interesante y muy cierto, y cada vez te da la sensación de pasarse el tiempo más rápido y si tienes peques aún más... ;D

Saludos,