"Los datos, en sí mismos, no cambian el mundo.
Pero posibilitan el cambio, pues ayudan a detectar las necesidades, impulsar las labores de promoción y evaluar los progresos.
Lo más importante es que los responsables de tomar decisiones utilicen los datos para lograr cambios positivos,
y que los niños y la sociedad tengan acceso a ellos para pedir cuentas a los garantes de sus derechos"
UNICEF, Estado Mundial de la Infancia 2014
Cuando las declaraciones de nuestros gobernantes oscilan entre lo absurdo y lo cruel encontrarse informes como este de Unicef cargado de sentido común y fundamentado de manera muy rigurosa supone todo un toque de atención a los anteriores y un soplo de esperanza y aire fresco a todos los demás.
Unicef publica un informe cada dos años sobre el estado de la infancia en España. Desde el anterior, publicado en 2012 (titulado "El impacto de la crisis en los niños"), las cosas no han hecho más que empeorar en prácticamente todos los indicadores analizados.
Los datos 2013 hablan por sí solos: 2.306.000 niños bajo el umbral de la pobreza (el 27,5% del total), el número de hogares en los que todos los adultos están sin trabajo ha crecido un ¡290%! desde 2007, disminución de la natalidad... En resumen: menos niños y más pobres.
La situación en Castilla-La Mancha es incluso peor que la media nacional. Y como se dice textualmente en una de las frases el informe:"La pobreza infantil es un significativo indicador de en qué medida el Estado y la sociedad están protegiendo -o no- a los niños y garantizando sus derechos y su igualdad de oportunidades".
Por ello se pide un Pacto de Estado Social y Político por la infancia similar a los Pactos de Toledo firmados hace años en lo referente a las pensiones.
Como padres, pediatras y ciudadanos sensibles a este problema tenemos la obligación de recordar a quienes tienen la posibilidad de cambiar las cosas que lo que está pasando no es algo inevitable y que se trata de una emergencia y una prioridad de primer orden.
Os recomiendo la lectura del informe, son 40 páginas de descripción de la situación, 23 de gráficos y 7 de referencias bibliográficas que se leen de un tirón, llenas de inteligencia y sensibilidad.
"Que en el ideario social o cultural se instale la percepción de que los niños molestan, de que en la crianza de los hijos e hijas no sólo no hay un reconocimiento social sino un castigo en forma de pobreza, obstáculos a la carrera profesional, discriminación de género y sobrecarga de responsabilidades,es enormemente arriesgado.
Como también lo es que se instale la idea de que la pobreza de los niños o sus resultados educativos son responsabilidad exclusiva de la familia o del propio niño, de que la igualdad de oportunidades es algo sólo importante cuando hay recursos o que la inversión en la infancia sea considerada una carga para las cuentas públicas que en tiempo de crisis es un lujo prescindible"
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