miércoles, 18 de mayo de 2016

Tiempo y espacio para jugar


imagen de aquí



Los internos de las prisiones de máxima seguridad de Estados Unidos salen al patio al menos dos horas al día. 
Por extraño que parezca, este tiempo es el doble del que pasan jugando en la calle, de media, los niños de entre 5 y 12 años de todo el mundo."





¿Nuestros niños juegan en la calle 2 horas cada día? ¿Pasa más tiempo en la calle, cada día, un niño o un perro?



Liberad a los niños. Ensuciarse es bueno es una campaña puesta en marcha, entre otros, por Ken Robinson, estudioso de la educación, creatividad e innovación y  Stuart Brown, investigador del juego y psiquiatra (una frase suya es que jugar mucho en la infancia hace adultos felices e inteligentes y que si somos capaces de mantener el juego en nuestras vidas nos hará más inteligentes a cualquier edad).


Jugar en la calle y ensuciarse es bueno para los niños, para su desarrollo, inteligencia, aprendizaje y también para su inmunidad ya que el exceso de higiene está relacionado en algunos estudios con el aumento de las alergias. En la campaña lo resumen en una frase: "si un niño no necesita meterse urgentemente en la bañera, es que no ha jugado lo suficiente".


Y, para que los niños jueguen en la calle, hay que ponérselo fácil. Hay que darles tiempo para que jueguen y condiciones seguras de las calles como espacio de juego. La peatonalización es una de ellas, como ya se ha probado con éxito en muchas ciudades. 

Por eso, cuando en las últimas semanas leo, sobre las nuevas medidas del Ayuntamiento de Cuenca al respecto, que "la peatonalización provoca una barrera para el tráfico" (de eso se trata, creo yo...) o que se reabrirán calles del centro al tráfico rodado y que los peatones "podrán utilizar toda la zona de circulación pero no deben estorbar a los conductores" (¿?, habrá que explicárselo a los niños pequeños...) no deja de sorprenderme.


Empieza el buen tiempo, sacad a vuestros hijos a jugar a la calle tanto tiempo como a vuestro perro, como mínimo. 

En Suecia los niños salen todos los días a jugar a la calle hasta en pleno invierno polar, así que aquí no tenemos excusa.