miércoles, 3 de junio de 2015

Sobre el caso de difteria


Traducido (libremente): 
"¡Eh muchachos! No está lloviendo. ¿Por qué tenemos que hacer esto?
Cerrad esos estúpidos paraguas, son malos para vuestros brazos"
​Imagen de aquí


La noticia sanitaria de la semana es el caso de difteria diagnosticado en un niño de 6 años de Olot.

Es el primer caso en España en los últimos 28 años. Afortunadamente no he visto ningún niño con difteria en mi vida profesional, no soy tan viejo (por ahora me quedo en "viejoven" como dicen Joaquín Reyes y compañía).

Muchos pediatras hemos tenido que volver a repasar los síntomas de una enfermedad que creíamos casi extinguida por las vacunas. Aquí tenéis una descripción de la enfermedad y una excelente explicación de Amalia Arce en su blog en una entrada de hoy mismo.

Si vuestros hijos están vacunados correctamente cuando les corresponde según el calendario de nuestra comunidad tienen puestas varias dosis de difteria a los 2, 4, 6 y 18 meses y recuerdos a los 6 y 14 años. El niño de Olot no estaba vacunado.



Imaginad si la enfermedad no fuese la difteria sino alguna otra para la que hay vacuna pero que no entra en el calendario vacunal oficial (de las que hay que pagar de nuestro bolsillo como la antineumocócica o las que no podemos ni obtener pagándolas en la farmacia como la varicelameningitis B...) o que fuera un niño hijo de inmigrantes sin regularizar y por lo que fuese no estaba vacunado. Todos pondríamos el grito en el cielo.


Aquí entramos en otro asunto. No hay difteria (como no hay poliomielitis, tétanos, sarampión, etc...) porque los niños están vacunados. No hay otra razón y el hecho de no vacunar en estos casos no está apoyado por ninguna explicación científica sino ideológica. Pero de ahí a linchar en los medios a los padres del niño hay un trecho. Creo que como padres siempre buscamos lo mejor para nuestros hijos aunque, en ocasiones como esta, lo que se cree mejor resulta objetivamente todo lo contrario.

Espero que el niño se recupere pronto y que este caso sirva, al menos, para que recordemos la importancia de las vacunas y también la necesidad de informar con las mejores evidencias disponibles a las familias sobre las vacunas pero sin culpabilizar.



1 comentario:

Ateo666666 dijo...

La madre del niño de Olot con difteria trabaja en una clínica homeopática y resulta que las grandes empresas del sector venden agua del grifo "vacunal" contra diversos patógenos como gripe, tos ferina, sarampión o polio:
http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/04/el-fin-la-medicina-cientifica-y-de-la.html
¿había agua-vacunado esta señora a sus hijos, pagando por supuesto 20 o 30 euros por semejante concentrado de agua azucarada para no tener que dar su dinero a las malvadas farmacéuticas que se enriquecen vendiendo vacunas que salvan millones de vidas al año?
Finalmente, ahora sólo hay que esperar que después de lo que han montado este par de padres irresponsables administren a sus hijos el resto de las vacunas alopáticas, porque si dentro de un tiempo alguno de los niños acaba por ejemplo padeciendo poliomielitis y se queda impedido es para meterlos en la cárcel y tirar directamente las llaves al mar. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com/2015/06/infancia-y-antivacunas-una-explosiva.html