sábado, 21 de octubre de 2017

Lo que tapan las banderas

"No podemos esperar un futuro saludable para Reino Unido si dejamos a los niños atrás.
La pobreza hace que los niños enfermen"
Nos sirve, con más razón aún, si cambiamos UK por España


Con motivo de la conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza el martes pasado se presentó, por séptimo año consecutivo, el informe "El estado de la pobreza en España" con datos actualizados de 2016.

Las cifras no son buenas. En estos tiempos en los que tanto se habla de algún artículo de la Constitución no viene mal recordar que hay muchos más, eso sí, olvidados.



Artículo 39 de la Constitución Española
1. Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia.

Uno de cada tres niños al menos vive en una familia en condicines de riesgo de pobreza y/o exclusión social.
En España tener hijos es un factor de riesgo de pobreza. Las personas que viven en hogares con niños tienen tasas de riesgo de pobreza hasta 30 puntos porcentuales más elevadas que las que viven en hogares con sólo adultos.



Artículo 39 de la Constitución Española
2. Los poderes públicos aseguran, asimismo, la protección integral de los hijos, iguales éstos ante la ley con independencia de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado civil

Peor aún es la situación de las familias monoparentales. Más de la mitad (el 53%) están en riesgo de pobreza y/o exclusión social.








Artículo 40 de la Constitución Española
1. Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa, en el marco de una política de estabilidad económica. De manera especial realizarán una política orientada al pleno empleo.

En nuestro país hay una desigualdad territorial económica y de prestaciones tremenda entre CCAA. En CLM el 37.9% de la población, unas 770.000 personas, se encuentran en riesgo de pobreza y/o exclusión social.



Todo esto sí que es urgente. Que las banderas no nos tapen lo importante.




“Dar prioridad a los derechos del niño en los presupuestos, contribuye no sólo a la realización de esos derechos, sino también al impacto positivo de larga duración en el crecimiento económico del futuro, en el desarrollo sostenible e inclusivo, y en la cohesión social”.


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